Tal vez se deba a la cercanía (ambos tienen sede en Parma, el corazón del “Valle gastronómico”); tal vez se deba a que ambos creen firmemente en el potencial del otro. Independientemente del motivo, entre Robuschi —una división del grupo Gardner Denver— y Barilla —un líder en la producción de pasta y productos horneados— existe un vínculo de confianza y colaboración que se ha desarrollado durante años y que supera las fronteras nacionales.
Barilla fue fundada en 1877 y ahora ostenta 30 plantas de producción en todo el mundo, aprovecha bien la tecnología de Robuschi, al escoger sus soplantes de lóbulo y compresores de tornillo para los procesos de producción de muchas de estas plantas.
El enfoque en la sostenibilidad medioambiental que siempre distinguió a Barilla ahora forma parte integral de la filosofía de la empresa. Todo esto también se traduce en decisiones estratégicas en el área de producción. Es por esto que la empresa busca constantemente soluciones tecnológicas de largo plazo que sean tanto innovadoras como eficientes. Este fue el fundamento para la decisión de usar la gama de productos de Robuschi también en la planta de San Pedrignano di Parma (Italia), en todas las etapas de producción: desde la molienda hasta la producción de la pasta.
